miércoles, 10 de junio de 2009

Magia y Religión

Cuando se habla de Magia y religión viene a la mente la relación que directamente se da ente ellas, y se piensa que la mayoría de los milagros estuvieron elaborados por personas expertas la magia, cuyos efectos fueron aumentados por la fe de los creyentes. Aún así, no es fácil establecer la diferencia entre magia real, milagro, ilusión o fenómenos inexplicables.
El paralelismo existente entre los rituales mágicos y las ceremonias religiosas es notorio, lo que nos lleva a la conclusión de que ambos tratan de proporcionar, o someter, al asistente a un estado de ilusión intenso en donde no sepa la diferencia entre realidad e imaginación.
Del mismo modo que la magia es definida como un ritual cuya ejecución tiene como finalidad el deseo de producir un determinado efecto, las religiones persiguen igualmente hacer razonar al individuo sobre su comportamiento y sus consecuencias, empleando para ello ambientes, palabras, gestos y hasta olores que favorezcan estas reflexiones.
No hay, por tanto, nada de reprobable en ambos sistemas, del mismo modo que no lo hay cuando un psicólogo pide a su paciente que se tumbe para que se relaje y le cuente sus problemas.


Frecuentemente todavía escuchamos a quienes dicen que la magia es solamente un intento de manipular la mente de las personas haciéndolas creer que ciertas fuerzas espirituales o sobrenaturales podrán llegar hasta ellos mediante sus rituales. Pero en una sociedad como la nuestra, en la cual todo el mundo presiona los deseos y la mente de los demás (publicidad, política, noticias y psicólogos), es inaceptable que alguien nos diga quién debe y quién no puede manipular a los demás.


De una cosa considero que estamos totalmente de acuerdo y resulta que la relación que existe entre magia y ciencia nos parece abismal, especialmente porque los científicos son quienes más tratan de advertirnos que la magia es puro engaño e ilusión. Afortunadamente, muchos buenos científicos y antropólogos, precisamente aquellos que ejercen con mayor eficacia su profesión, no descartan ninguna posibilidad relativa a la eficacia de la magia, y nos dicen que la magia es una forma primitiva de ciencia que busca explicar tanto las causas como el carácter de los fenómenos naturales. También nos dicen que es una forma tradicional del pensamiento mediante la cual la Humanidad ha tratado de unir tres sistemas para explicar la existencia: magia, religión y ciencia.(5)


El concepto de mago, que se deriva del concepto inicial de magia expuesto, se corresponde bastante bien con el concepto de mago, en sentido amplio, que Evans-Pritchard ofreció en su famoso estudio sobre los Azande; pues el mago, en sentido amplio, comprende tanto al mago que practica magia buena o neutra (ira, ngwa), acaso la magia de adivinación como el hechicero (sorceler) que practica una magia maléfica (ira gbgtita, ngwa): ambas tienen en común (dicho en nuestros términos) la tecnología α-operatoria acausal. Por ello el mago, y en particular el hechicero, se contradistinguen, en principio, del brujo (whitcher) precisamente (en nuestro términos), porque el brujo no tiene mecanismos propios de las tecnologías α-operatorias o, si los utiliza, es siempre a partir de sus poderes no tecnológicos sino, por ejemplo, innatos (incluso heredados) o místicos; por ejemplo, alguien es brujo porque tiene mangu, que no es ningún espíritu o entidad indeterminada, como mana, sino algo así como una bolsa negruzca o rojiza (que se encuentra en su vientre). Esto no impide que el brujo utilice también sus armas en este sentido, resultando ser prácticamente indistinguible del mago. (6)
Las cosas en comun que podemos decir que tiene la magi ay la regigión radica en que ambas de habla de cuestion de CREER o FE.

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