miércoles, 10 de junio de 2009

INTRODUCCIÓN

Realmente es la magia la dueña de todas las perturbaciones en la mente de los mortales, o acaso es la tremenda e inexorable imaginación del hombre la que da paso a todo tipo de sugestiones.

Desde épocas antiguas han surgido en la historia de la humanidad diversas manifestaciones de magia y religión, ambos conceptos han sido tan necesarios en el desarrollo de la vida cotidiana, como el pan y el agua. Estos términos son totalmente opuestos, sin embargo conservan un punto en común: la fe.

A pesar de ser términos que se hayan en puntos extremos dentro del universo de las percepciones a través de los sentidos y la racionalidad.Su importancia y auge se desprenden de la intensa necesidad del ser humano de no confiarse y vivir solamente de la racionalidad, sino además contar con una fuerza sobrenatural que modifique y otorgue un nuevo sentido a su común naturaleza. La fe es la fuerza evocadora, para ambos extremos. Aquí la diferencia radica en saber en cual de los dos extremos se desean marcar las huellas de nuestros pasos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario